CCIO se traslada a sedes y recintos para colaborar en el avance de implementación de protocolos
Por: Nidia Burgos Quirós / 0 comentarios / 28 octubre 2020
Representantes del Centro Coordinador Institucional de Operaciones (CCIO), de la Universidad de Costa Rica (UCR) iniciaron recientemente un proceso de visitas a las sedes y recintos de esta Institución, en todo el país, para colaborar y asesorar en el tema de la preparación para la Fase 4, que implica una gradualidad en la presencia de personas.
Uno de los elementos principales de esta etapa es la elaboración de los protocolos específicos para cada una de las unidades, pero también para cada una de las actividades donde se prevé presencialidad de personal docente o administrativo o de estudiantes.
Desde finales de setiembre pasado un grupo conformado por José Francisco Aguilar Pereira, vicerrector de Administración y coordinador del CCIO, Jeffrey Dimarco Fernández, director de la Oficina de Servicios Generales, Jesús Brene, jefe de la Sección de Seguridad y Tránsito y Freddy Brenes Azofeifa, coordinador de la Unidad de Salud Ocupacional y Ambiental (USOA) iniciaron un proceso de visitas a las sedes y recintos de la Universidad, con el fin de brindar asesoría, acompañamiento y valorar los avances, así como los pasos siguientes que se deben dar para estar preparados para la atención de la pandemia.
A la fecha, ya se han visitado las sedes del Caribe (Limón), la del Sur (Golfito) y la de Occidente (San Ramón), donde se ha podido interactuar con las autoridades y el personal encargado de la gestión del riesgo, en este caso, por la pandemia por la Covid-19.
Para Aguilar el principal objetivo de estas giras es la preparación de la Institución ante la emergencia, lo que implica una gran interacción con las personas involucradas en todos los lugares donde haya presencia de la Universidad de Costa Rica.
Uno de los principales aspectos que se valoran en cada una de estas visitas es la existencia de protocolos para cada actividad que implique presencialidad, sea esta de docencia, investigación, acción social, administrativa o estudiantil.
Estas visitas incluyen dos fases, en la primera de hace una reunión con la persona directora de la sede y quienes estén a cargo de la elaboración de los protocolos respectivos y se analizan las medidas que se están tomando para atender los requerimientos que ha brindado el Ministerio de Salud.
Y posteriormente, se integran a la reunión, vía remota Sedalí Solís Agüero, directora de la Oficina de Bienestar y Salud (OBS), así como la Pamela Sanabria Moya, también de dicha Oficina y miembros del CCIO y, por medio de una matriz que incluye una serie de preguntas se hace una evaluación del avance de las medidas necesarias para la presencialidad y si bien se da una valoración numérica, este dato únicamente refleja el porcentaje de avance a esa fecha.
“Es un objetivo de promover esa inteligencia colectiva, esas condiciones de valoración de los aspectos técnicos de aplicación de protocolos específicos, que requieren ser atendidos y socializados con las personas que los aplican, en este caso las jefaturas administrativas, con sus asistentes o diferentes coordinadores que tienen las sedes, para efectos de ver en sus actividades qué elementos hacen falta o en qué aspectos tienen dudas y en ese sentido buscar un espacio de evaluación, para efectos de ver qué es lo que falta para tener esa condición de presencialidad gradual que habilita la fase 4”, explicó Aguilar.
También destacó los esfuerzos que se han hecho en las diversas zonas para seguir brindando el servicio público estratégico que tiene la Institución en la sociedad, así como el compromiso que tienen las personas responsables de dirigir las sedes y recintos, para efectos de poder atender las demandas propias de la pandemia.
Entre los principales hallazgos que se han encontrado en estas visitas, está que hay una gran cantidad de actividades que se desarrollan y que por ende requieren de un protocolo específico y en otros casos falta fortalecer elementos de rotulación, ubicación de lavamanos, criterios para el aforo en laboratorios, en residencias, en aulas, en áreas de oficina, de bibliotecas o de atención del público, en estos casos con las visitas se les muestra en el sitio cómo hacer esos aforos de manera efectiva.
“Entonces, es hacer manos a la obra, hagámoslo juntos y desde un punto de vista de la instrumentación de operación de los protocolos, estas visitas también tienen como condición un desarrollo de capacidades, que busca, que estos que han sido atendidos, pues que haya un encadenamiento de estos aprendizajes para con otras personas que no tuvieron la oportunidad de convivir con nosotros en esos espacios, pero no deja de ser un aprendizaje de todos, porque aquí aprendemos de todos”, comenta Aguilar.
Matriz para evaluar
Solís explica que se tiene una matriz que permite ir evaluando el cumplimiento del progreso de la implementación de todas las medidas sanitarias de protocolo y se va verificando qué está cumplido, qué está en proceso, qué está pendiente y al final se da una calificación.
“Sin embargo, nosotros lo que valoramos acá no es una calificación, como para medir un tema de gestión, ese no es el propósito, porque lo que estamos es viendo una foto en un momento dado”, expresa la directora de la OBS.
Y agrega que este ejercicio lo más valioso que tiene es que nadie es experto en protocolos, pues es una experiencia nueva para todos, por lo que llevarlo a la práctica no es tan sencillo, entonces las personas del CCIO pueden brindar asesoría porque están más actualizados, y más en el día a día con todo lo que pasa con la pandemia, entonces la idea es que puedan observar cómo lo están haciendo y qué se puede mejorar.
“La intención es ver el panorama como está ahorita que podemos hacer mucho (porque hay una presencialidad mínima), que tenemos posibilidad de afinar, de interiorizar, de comprender mejor cómo poner en práctica aquello que está escrito, para ir teniendo cada vez sedes y espacios mucho más seguros con un entendimiento más claro de las personas encargadas de a qué nos referimos con los diferentes apartados importantes que contiene el protocolo”, menciona Solís.
Considera que se ha hecho un esfuerzo muy importante y comprometido por parte de las autoridades de cada una de las sedes y que aunque hay cosas que mejorar el resultado es satisfactorio en términos generales.
Una de las recomendaciones que hace Solís es que las autoridades de la actividad presencial que se realiza, sigan el procedimiento respectivo que implica llenar la matriz que está en el portal, que hagan el curso y una vez que tengan el protocolo lo suban para revisión y luego se le enviarán todas las observaciones, e incluso si fuera necesario se podría generar una reunión virtual para evacuar dudas.
Solís consideró fundamentales estas giras porque una unidad o una sede puede ser que tenga un protocolo elaborado, pero que realmente en la implementación no se esté cumpliendo con todo y porque en la práctica se generan muchas dudas que con el criterio experto de las personas que están yendo a las visitas se pueden detectar situaciones que podrían estar pasando inadvertidas.
“Entonces creo que va en diversos aspectos la importancia de ese acompañamiento que de parte del CCIO se pueda dar a todos, en todas las sedes”, dice Solís.
Para la directora de la OBS es muy importante que en las sedes y recintos tengan una coordinación muy fluida con las personas responsables de los servicios de salud internos.
Asesoría en sitio
“Es unificar un proceso, buscando la integración y que la Universidad se vea como una sola unidad en la atención de la pandemia”, expresa Freddy Brenes Azofeifa, de la USOA, en referencia a la experiencia de visitar las sedes, por lo que han identificado que es un proceso necesario.
Se trata de compartir experiencias, analizar cuáles son las principales dudas que se presentan y a la vez identificar cuáles son las oportunidades que tienen, de acuerdo a su ubicación geográfica y a sus condiciones y accesibilidad a medios para poder llegar con éxito a aplicar propiamente los protocolos.
Brenes también considera que lo primero que hay que hacer es tener un protocolo específico, para esa presencialidad segura y que sea analizado y de conocimiento de todas las partes y participarlos, para determinar si hay alguna oportunidad de mejora.
Específicamente, recomienda ponerle principal énfasis en los aspectos de cómo se van a atender los casos y definir cuando es un caso positivo, cuando es un contacto cercano, qué es lo que hay que hacer cuando hay un caso, van a identificar el caso, sus contactos, qué formulario hay que llenar, cómo hay que cerrar las áreas donde se presentó, cómo realizar un proceso de limpieza profunda, antes de poder hacer una reapertura, para que sea segura y que eso sea algo que lo puedan manejar, como parte de la dinámica cotidiana de ese centro.
“Entonces estos es: yo me cuido y cuido a los demás, pero es una cadena todos nos cuidamos y tiene que darse de esta forma y ese cuidado tiene que tener también el seguimiento de las jefaturas, la visita y la supervisión, que se cumplan los protocolos y el compromiso de todos los que estamos, ya sea en presencialidad y no presencialidad, porque al final somos una familia universitaria, que cuidamos también a nuestras familias, en nuestras casas”, manifiesta Brenes.
Y agregó que las personas en las sedes y recintos tienen que sentir que se acompañan, que el CCIO está para acompañarlos y para fortalecerlos, en aquellos aspectos en que ellos tienen dudas, o en los que tal vez no han podido resolver; y que a la vez les sirve quienes están haciendo estas visitas, para aprender de las experiencias que ellos han desarrollado.
Visita provechosa
El pasado 18 de setiembre pasado la primera visita que se hizo fue a la Sede del Caribe, en Limón y para su director Juan Diego Quesada Pacheco, fue valiosa, pues según comentó las personas encargadas de la administración expresaron que les había dado una perspectiva muy amplia de cómo proceder y que habían podido ratificar que en casos anteriores habían procedido correctamente.
Incluso dijo que a raíz de esta visita del CCIO conformaron una comisión interna que se va a encargar de todos estos procedimientos requeridos para prevenir y atender situaciones ante el Covid-19.
Aparte de las visitas a la Sede del Caribe, a la Sede del Sur y a la de Occidente, el CCIO cuenta con un amplio cronograma de giras que incluyen a la Sede de Guanacaste, el recinto de Santa Cruz, las sedes del Pacífico y del Atlántico, así como los recintos de Paraíso, Grecia y Guápiles.
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