La transformación digital del trabajo exige desarrollar habilidades digitales y competencias cognitivas
Por: Katzy O'neal Coto / 0 comentarios / 25 septiembre 2024
Un grupo de personas expertas en tecnologías, administración pública y recursos humanos, entre otras disciplinas, esbozaron las principales tendencias del mundo del trabajo y recomendaciones para afrontar los retos y oportunidades de la transformación digital en el XXV Congreso Internacional Telework, que se celebró en la Universidad de Costa Rica, el 3 y 4 de setiembre de 2024, bajo el lema: «Transformación digital del trabajo: oportunidades para las organizaciones y la sociedad».
En este evento, declarado de interés institucional en resolución R-128-2024, participaron representantes de empresas públicas, empresas privadas, municipalidades, organizaciones gremiales, ministerios, gobierno central, universidades y estudiantes. Contó además con participantes de Ecuador, Guatemala, México, Estados Unidos, Canadá, Brasil y España.
Entre las principales conclusiones que dejó este congreso se destaca que desarrollo acelerado de las tecnologías digitales incluyendo la computación en la nube, el big data, el internet de las cosas y la inteligencia artificial están transformando el mundo del trabajo y abren las perspectivas de un futuro cercano altamente digitalizado al que organizaciones y trabajadores deberán adaptarse en los próximos años. En este contexto, la alfabetización tecnológica, el pensamiento analítico y la creatividad son fundamentales para que las personas logren adaptarse a un mundo laboral cambiante.
“En esta era, las herramientas digitales, la inteligencia artificial y las plataformas colaborativas están transformando las industrias y creando nuevas oportunidades mientras presentan desafíos significativos vinculados con la configuración social, límites éticos, participación, equidad social, oportunidades y muchos otros”, apuntaba el Dr. Roberto Guillén Pacheco, vicerrector de Administración de la UCR, durante la inauguración del congreso.
Evolución del teletrabajo
El teletrabajo se adoptó de manera muy lenta en los últimos 20 años debido a las limitaciones de la tecnología existente. Fue aumentando a partir del 2000 y con la llegada del COVID-19 llegó a su punto máximo entre el 2020-2023 cuando el uso de plataformas colaborativas como Zoom o Teams se convirtieron en parte de la cotidianidad de las personas trabajadoras alrededor del mundo.
En este periodo marcado por la pandemia, la migración obligada hacia el trabajo remoto y la teleeducación dejaron expuestas muchas interrogantes sobre el beneficio o perjuicio de la aplicación de estas tecnologías en procesos tan fundamentales como el trabajo o la enseñanza-aprendizaje.
La actividad del teletrabajo requiere desarrollar en las personas otras competencias, y esto tiene que ver con el grado de madurez de las organizaciones. Para ello, se requiere trabajo estructurado, automatizado, con metas bien definidas, bien soportado por tecnología y un grado de compromiso de los equipos, explica el Dr. Roberto Guillén.
“El gran reto en el teletrabajo es establecer una relación de confianza entre el liderazgo y el resto del personal”, considera Guillén.
A pesar del crecimiento que experimentó el teletrabajo durante la pandemia, hacia finales del 2023, grandes empresas de la tecnología como Meta y Google redujeron el teletrabajo a 2 o 3 días por semana. En 2024 Amazon ha obligado a sus empleados a regresar a las oficinas (eliminando inclusive el trabajo híbrido) al igual que Tesla, aduciendo que las personas trabajan mejor en las oficinas.
Aún está por verse cómo evolucionará el teletrabajo en América Latina, no obstante, los expertos presentes en el Congreso Telework 2024 reconocen que, con sus ventajas y limitaciones, el teletrabajo llegó para quedarse y los esquemas híbridos (2 días remotos y 3 en oficina, o viceversa), son en este momento, una alternativa para las personas trabajadoras y organizaciones.
Impacto ambiental
El teletrabajo no solo ha tenido un impacto en la productividad de las empresas y en las rutinas y la salud de las personas trabajadoras. El Ph. D. Andrew Gaudes de la Universidad Brock, Canadá reflexionó también sobre el impacto del teletrabajo en el medio ambiente.
Gaudes explicó que acciones tan básicas como enviar mensajes de texto y correos implican un gasto energético estimado en cien millones de toneladas métricas de CO2 al año, lo que equivale a 10 veces las emisiones de Costa Rica. Apuntó que el Spam y la basura digital pueden equivaler hasta el 85% de todo lo que recibimos.
Explicó que para finales del 2024 se estima que habrá más de 2027 mil billones de dispositivos conectados al internet de las cosas, los cuales, pueden aumentar la eficiencia, pero deben utilizarse de forma adecuada para evitar el desperdicio energético.
Educación y empleabilidad
Para las personas expertas, frente a los altos índices de desempleo en América Latina es preciso repensar las organizaciones y los esquemas educativos para aprovechar las ventajas de la tecnología y preparar a las personas para insertarse en el mundo digital, hallar empleo y adaptarse a un contexto en constante cambio.
“El desarrollo de las diferentes capacidades y habilidades para los nuevos trabajos de la era digital es un imperativo de todos los gobiernos de América Latina, la actualización de políticas públicas, la necesidad de fomentar una ciudadanía digital segura es una necesidad que estamos trabajando como país y como región de forma constante” señaló la M.Sc. Andrea Acuña, presidenta de la Centro Internacional para el Desarrollo de Teletrabajo (CIDTT).
Al respecto, el Dr. Leonardo Castellón R., decano de la Facultad de Ciencias Económicas de la UCR, considera que las universidades tienen la responsabilidad de liderar la formación del talento para la economía digital y esto implica no sólo ofrecer programas académicos que reflejen las necesidades del mercado laboral, sino también fomentar una cultura de aprendizaje continuo y adaptabilidad. «La capacidad de aprender y dominar nuevas herramientas tecnológicas se convierte en un factor determinante para la empleabilidad» acotó el decano.
Frente al avance de la tecnología, hoy por hoy el mercado laboral exige un conjunto de habilidades técnicas y blandas entre las que destaca el pensamiento crítico, la creatividad, la resolución de problemas y el trabajo en equipo. Al mismo tiempo, las tendencias educativas a nivel superior apuntan a enfoques prácticos como el aprendizaje basado en proyectos, las prácticas profesionales y la educación dual, explicó el Dr. Orlando Hernández Cruz, director del Centro de Investigación y Capacitación en Administración Pública, CICAP.
Innovación social del trabajo
Más allá de adoptar las nuevas tecnologías, Jorge Llubere Azofeifa, presidente de la Academia Internacional de Transformación del Trabajo (ITA-LAC), señaló la necesidad establecer una agenda regional para transformar el trabajo en las organizaciones y comunidades de Latinoamérica que permita ofrecer oportunidades de desarrollo humano.
“Necesitamos trasformar los procesos tradicionales…no podemos avanzar en una trasformación digital si seguimos con los mismos procedimientos trámites y trabajos de papel y necesitamos también transformar el aprendizaje y replantear la normativa interna” apuntó Llubere. Para ello, recomienda basarse en el modelo de innovación social del trabajo ampliamente difundido en Europa, que pone a la persona en el centro, prestando especial atención a las comunidades rurales, las mujeres y las personas con discapacidad.
Con este objetivo, en mesas de trabajo se analizaron los principales retos y se generaron recomendaciones concretas sobre como tener una mejor adaptación al proceso de cambio y aprovechar las oportunidades y las ventajas que ofrecen las tecnologías digitales y visualizar los vacíos y áreas en las que se requiere intervención de la academia, la industria, el gobierno y la sociedad civil.
Tras dos días de charlas y mesas de trabajo las personas participantes lograron identificar los principales aspectos requeridos para una transformación digital del trabajo inclusiva, ética y equitativa, los cuales quedarán plasmados en la declaratoria de San José, una hoja de ruta para la transformación del trabajo que será presentada en los diferentes países como guía para gobiernos e instituciones el próximo 2 de octubre.
Este evento de alto nivel fue organizado por el Programa de Teletrabajo de la Oficina de Recursos Humanos (ORH) en conjunto con la Centro Internacional para el Desarrollo del Teletrabajo (CIDTT) y la Academia Internacional de Transformación del Trabajo, (ITA-LAC).
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